El arroz es un alimento básico muy saludable, pero si además lo tomamos integral será aún más beneficioso porque nos aporta mayor cantidad de nutrientes.
Mucha gente no se atreve a probar el arroz integral, pero merece la pena porque tiene un sabor muy bueno que combina muy bien con otros alimentos.
A diferencia del arroz blanco, el arroz integral no está refinado y por tanto conserva su cáscara, lo que nos aporta mucha más fibra, beneficiosa por ejemplo para disminuir los niveles de colesterol en sangre. Además al ser bajo en sodio es muy bueno en casos de hipertensión.
Su característico color marrón claro se debe a su contenido en salvado donde se concentran muchas vitaminas, minerales y fibra.
El arroz, ya sea blanco o integral, apenas contiene grasas, por lo que es un alimento muy recomendable en personas con problemas cardiovasculares o que cuidan su dieta.
Una ración de cien gramos de arroz integral nos aporta unas 350 calorías, más o menos lo mismo que el arroz blanco. Sin embargo el arroz integral es más rico en vitaminas, sobre todo algunas del grupo B y E, la cual es antioxidante. En cuanto a los minerales, contiene más magnesio, calcio, potasio y fósforo.
El arroz integral, al igual que el blanco, nos aporta hidratos de carbono de absorción lenta, sobre todo almidón, que nos hacen sentirnos bien a nivel mental y físico.
También contiene proteínas, aunque es mejor combinarlo con otros alimentos como lentejas, carne de pollo o pescado para que el aporte sea mayor.